martes, 6 de enero de 2015

La Revolución Francesa

      La Revolución Francesa:               

                       
                                   http://www.juanjoromero.es/eso/4eso/rev_francesa_4eso.pdf

                                 


¿Qué es la Revolución Francesa?
Es una etapa histórica que supone el principio del fin del Antiguo Régimen en Europa, ya que se produce en una de las principales potencias del momento y por las consecuencias posteriores que genera en otros países.
¿Cuándo sucede?
Podemos situar el origen en el año 1787 (fase prerrevolucionaria) hasta 1799 (fin de la República burguesa).
¿Dónde se ubica?
Pese a tener origen en la ciudad de París, cambiará radicalmente la historia de Francia e influirá decisivamente en la progresiva superación del sistema del Antiguo Régimen en el resto de los países europeos.

Importancia de la Revolución Francesa:
  • Sirve  para  poner  fin  a  la  Edad  Moderna  (y  al Antiguo  Régimen)  y  para  dar  comienzo a la  Edad  Contemporánea
  • Puede  ser  considerada  una  revolución  burguesa,  porque  fue  el  grupo  de  la burguesía  el que  dirigió  el  desarrollo  de  los  acontecimientos,  aunque  en  algunos momentos el pueblo más humilde llegó a tener casi el control del país.
  • Se cierra un periodo en el cual las grandes monarquías y los reyes absolutos y comienza un era en la que las sociedades occidentales comienzan una democratización política.
  • Se crea un nuevo modelo de sociedad basado en la igualdad ante la ley
  • Paso de una sociedad estamental a una sociedad capitalista
  • Libertad en el trabajo
¿Causas? 
  • Ideológicas: una causa de la Revolución es la gran propagación que habían tenido las ideas ilustradas, que proponían un cambio en la sociedad y en la organización del Estado. 
  • Sociales:  podemos  considerar  que  la  sociedad  estamental  a  fines  del siglo XVIII estaba en crisis por el inconformismo de la burguesía. La riqueza de este  grupo  no  paraba  de  crecer,  pero  su  pertenencia  al  Tercer  Estado  le  impedía participar activamente en el gobierno de la nación, por lo que su descontento era creciente. 
  • Políticas:  la  monarquía  de  Francia  estaba  atravesando  un  mal momento.  El  rey  Luis  XVI  era un  monarca  con  poder  absoluto,  pero  no  tenía  la personalidad  ni  el  talento  de  sus predecesores.  Ante  la  situación  de  crisis  que vivía el país, ni el rey ni sus ministros encontraban las soluciones adecuadas. Ejemplo de independencia de los EEUU.
  • Económicas:   la  situación  de  Francia  era  un  desastre.  Las  malas cosechas  y los  impuestos abusivos  llevaron  a  la  mayor  parte  del  pueblo  a  la miseria.  Los  privilegiados  (nobles  y  clero) también  se  quejaban,  porque  sus ingresos,  que  dependían  mucho  de  las  cosechas  de  los campesinos,  habían descendido. 
Ante la nefasta situación que atravesaba Francia y la enorme deuda del Estado, al rey Luis XVI sólo le cabían dos opciones:
  • Si quería recaudar más impuestos: hacer que pagaran impuestos los estamentos privilegiados, lo que enfrentaría al monarca con la nobleza y la Iglesia
  • Seguir aumentando los impuestos al Tercer Estado, lo cual era difícil porque gran parte de la población estaba ya en la miseria. Bloqueado  y  sin  saber  qué  camino  tomar,  Luis  XVI  decidió reunir  los Estados  Generales,  la  asamblea  que  representaba  a  los  tres  estamentos  de  la nación: nobleza, clero y Tercer Estado, para pedir consejo. La reunión se convocó para  mayo  de  1789  en el  palacio  de Versalles.  La  Revolución  estaba  a  punto  de comenzar. 
Fases o Etapas de la Revolución:






Los Estados Generales:
Concepto: Eran unas asambleas convocadas por el Rey de manera excepcional y a la que acudían representantes de cada estamento: el clero (SEGUNDO estado), la nobleza (PRIMER estado) y los representantes de las ciudades que disponían de consistorio (tercer estado).
La convocatoria de los Estados Generales había generado interés y esperanzas por toda  Francia. Hacía  más  de  un  siglo  que  los  reyes  de  Francia  no  convocaban  esta asamblea  porque  habían gobernado  con  poder  absoluto  y  sin  pedir  consejo  ni  dar explicaciones a los representantes dela nación. Ya desde el comienzo surgió un primer tema de enfrentamiento entre los estamentos representados en los Estados Generales.  
¿Cómo    debían    votarse    las    propuestas    de    la    asamblea    al    rey? Tradicionalmente,  en los  Estados  Generales  se  había  votado  por  estamentos,  es decir, cualquier propuesta tendría tres votos: el de la nobleza, el del clero y el del Tercer Estado.  De  nada  servía  que  los  diputados  del Tercer  Estado  fueran  más  numerosos  y representaran al 80% de la nación, cualquier propuesta suya que fuera en contra de los privilegios de la nobleza y el clero tendría siempre dos votos en contra y sería anulada.  
En  esta  ocasión,  los  representantes  del  Tercer  Estado  pidieron  que  las propuestas  de  los Estados  Generales  se  votaran  por  persona,  sistema  con  el  que contarían  con  una  mayoría suficiente  para  que  sus  peticiones  triunfaran,  ya  que contaban  con  más  representantes.  Ante  la negativa  de  la  nobleza,  el  clero  y  el  rey  a cambiar  el  sistema  de  votación,  los  representantes del  Tercer  Estado  se  negaron  a asistir a la sala común y decidieron reunirse por separado. Optaron por marcharse a París,  donde  continuaron  sus  sesiones  en  un  local  que  se  utilizaba  para  jugar al frontón. 
En este local, siguiendo las doctrinas ilustradas y el ejemplo de lo que hicieron los colonos americanos, los diputados del Tercer Estado se proclamaron representantes de la Nación y juraron no separarse hasta haber redactado una Constitución para Francia  que  organizara  un  nuevo  sistema político,  económico  y  social.  Este  acto, conocido como el Juramento del Juego de Pelota, puede considerarse el verdadero inicio de la Revolución. 
El rey aceptó de mala gana que los Estados Generales pasaran a convertirse en Asamblea Nacional, y empezaran a elaborar una Constitución que iba a acabar con su poder absoluto. Pero al mismo tiempo estaba reuniendo tropas para entrar en París y someter a los diputados rebeldes.
Asamblea Nacional:
Ante  los  rumores  de  que  llegaban  tropas  reales,  el  pueblo  parisino  salió  a  las calles para defender a sus representantes. Los sublevados asaltaron la fortaleza de la Bastilla  para  tomar  armas y  pólvora.  Pronto  se  organizó  un  nuevo  ayuntamiento revolucionario  y  un  ejército  popular,  la Guardia  Nacional,  para  defender  París  en caso de ataque de las tropas del rey.
La  noticia  de  la  revuelta  en  París  se extendió  por  toda  Francia  y  el  ejemplo  se imitó en muchas ciudades. El pueblo organizó nuevos   ayuntamientos   y   tropas   populares. 
Muchos   campesinos   hambrientos,   por   su parte,  atacaban  los  castillos  y  mansiones  de la nobleza  y saqueaban  sus  posesiones.  Se desató una ola de violencia, pánico, tumultos y asesinatos que se conoce como el Gran Miedo. Para  intentar  calmar  los  ánimos,  la  Asamblea Nacional  de París  promulgó  un decreto  que declaraba suprimidos todos los privilegios de la nobleza y el clero y sus derechos señoriales. Era el 3 de agosto de 1789. La sociedad estamental había desaparecido de Francia.  
Imitando lo que hicieron los colonos americanos años antes, los diputados de la Asamblea promulgaron  también  una  Declaración  de  Derechos  del  Hombre  y  del Ciudadano,  que  se inspiraba  plenamente  en  las  ideas  ilustradas:  libertad,  igualdad  y soberanía nacional. 
En cuestión de tres meses, de mayo a junio de 1789, Francia había dejado de ser  oficialmente una monarquía  absoluta  y  la  sociedad  estamental  había  sido abolida.  Ahora  faltaba  lo principal, terminar  la  Constitución  y  establecer  el  nuevo sistema de gobierno y sus principios fundamentales. 
El  texto  de  la  Constitución  tardó  dos  años  en  terminarse,  y  se  aprobó  en septiembre  de  1791. En  ese  momento  Francia  se  convirtió  oficialmente  en  una monarquía constitucional, aunque su rey, Luis XVI, se sentía prisionero y su mayor deseo  era  volver  al  absolutismo. Tampoco  los principales  líderes  de  la  Revolución confiaban  mucho  en  él,  así  que  lo  complicado  iba  a  ser poner  en  funcionamiento  el nuevo sistema.

En la Asamblea Nacional existían dos sectores, ambos pertenecientes a la burguesía y coincidentes en la lucha contra el rey, la nobleza e imponer los principios liberales, pero distanciados con respecto a sus intereses y los medios para lograr sus objetivos.
  • Los empresarios y grandes comerciantes que integraban la gran burguesía, llamados girondinos, por provenir de una zona situada al sur de Francia, denominada Gironda, eran moderados, contaban con el apoyo de las provincias y consideraban prudente hallar un acuerdo con la monarquía y la nobleza, limitando el poder real, pero sin permitir el derecho a voto a las clases pobres, que no pagaban impuestos. La razón era el temor de este sector burgués, que había alcanzado gran prestigio, de perder sus privilegios por obra de los movimientos populares.
  • El otro sector, era el de los jacobinos, nombre proveniente de sus reuniones en el convento de la orden de los jacobinos, extremistas, duros y muy bien organizados, respaldados por el Consejo y el pueblo de París. Estaba principalmente integrado por profesionales y modestos propietarios que querían abolir definitivamente la monarquía y proclamar una República democrática, con derecho a voto para todas las clases sociales.

El primer sector se colocaba para deliberar, a la derecha en la Asamblea, el segundo, a la izquierda, y de allí proviene la posterior división entre partidos de derecha y de izquierda, según sean conservadores en su accionar político o propongan medidas tendientes a cambios profundos y violentos.
Los girondinos se consagraron triunfantes en octubre de 1791, cuando la Asamblea, por poseer mayoría entre sus miembros, sancionó la primera constitución, que imponía una monarquía parlamentaria, donde los miembros del Parlamento serían elegidos por las clases adineradas. El Rey continuaba en el poder con límites en sus atribuciones.
Sin embargo, esta situación varió sustancialmente entre 1792 y 1794, cuando los jacobinos, con ayuda de los Sans Culottes, trabajadores urbanos, tomaron el poder e impusieron el terror.
Liderados por Maximilien Robespierre y Danton, crearon tribunales populares que juzgaban y condenaban a muerte a todos los opositores de la revolución: El Rey, María Antonieta, sacerdotes y miembros de la nobleza fueron guillotinados, aunque luego, los propios líderes revolucionarios corrieron la misma suerte al ser acusados y condenados por aspirar a una dictadura personal.

 ¿Era posible una monarquía constitucional en Francia? 1791-1792 

La  constitución  de  1791  había  establecido  que  la  nueva  forma  de  gobierno  en Francia  sería una monarquía  constitucional  con  separación  de  poderes,  una  de  las principales propuestas de los filósofos ilustrados:

• El rey tendría el poder ejecutivo (dirigiría el gobierno).
• La Asamblea Nacional tendría el poder legislativo (elaboraría las leyes).
• Los tribunales de justicia serían independientes de ambas instituciones.

Según  la  nueva  Constitución,  los  diputados  de  la  Asamblea  Nacional  serían elegidos cada dos años por votación popular (sufragio). Sin embargo, se nota que los diputados  que  redactaron  esta constitución eran  burgueses  acomodados,  porque  se estableció  que  sólo  podrían  votar  y presentarse  a  las elecciones  los  ciudadanos (hombres) que dispusieran de unos determinados niveles de riqueza. A este sistema de  votación  se  le  denomina  sufragio  censitario,  porque  para poder  votar  había  que tener un patrimonio reconocido en el censo de cada población.

El  primer  intento  de  monarquía  constitucional  en  Francia  estaba  condenado  a fracasar  por diferentes motivos.  Fíjate  la  de  problemas  que  iba  encontrar  el  nuevo gobierno: El   rey   que debía   encabezar   el   gobierno,   Luis   XVI,   había   aceptado   la Constitución  de  mala  gana,  y su mayor  aspiración  era recobrar  su  poder absoluto con la ayuda de los reyes vecinos, principalmente el de Austria, de donde era su mujer María Antonieta.
  • En la nueva Asamblea que resultó de las primeras elecciones populares (aunque sólo  votaron  los  más  ricos)  se  formaron  pronto  grupos  enfrentados  ante  las decisiones que debían tomarse. La unidad de los primeros tiempos, cuando todos lucharon juntos contra el Antiguo Régimen, se había acabado. 
  • La  situación  económica  seguía  empeorando,  y  el  hambre  y  la  carestía  de  los alimentos tenían descontento al pueblo, que además se sentía un poco engañado al haber quedado apartado de la participación política. 
Los enemigos de la Revolución (nobles y eclesiásticos) se habían reorganizado y en  muchas  partes del  país  habían  reclutado  ejércitos  para  luchar  contra  el nuevo gobierno. La   situación   estaba   tan   mal   que   el propio   rey   Luis   XVI   intentó   huir   de Francia  disfrazado,  pero  fue capturado  y devuelto a París. A partir de ese momento la monarquía  constitucional  perdía  el sentido, porque    el    rey    era    prisionero    de    la Asamblea    con    la    que,    supuestamente,
compartía el poder.

Para  empeorar  las  cosas,  Austria  y  Prusia  declararon  la  guerra  a  Francia, exigiendo  que  se restituyera  el  poder  absoluto  a  Luis  XVI  e  invadiendo  el  país.  Los partidarios  del  Antiguo Régimen que  quedaban  en  Francia  también  se  levantaron  en armas y el caos se apoderó de la nación. En  este estado  de  cosas,  el  pueblo  asaltó  el  palacio  de  las  Tullerías  y  la  Asamblea
tuvo  que  proteger  al  rey  y  a  su  familia  para  evitar  su  linchamiento.  No  obstante,  se decidió destituirlo,  mantenerlo  prisionero  y  convocar  unas  nuevas  elecciones  para tratar de hacer una nueva Constitución y organizar otra forma de gobierno. Para calmar a las masas populares, se decidió que esta vez la votación se hiciera por sufragio universal, es decir, podrían votar todos los hombres con independencia de su riqueza.

 ¿Una República moderada o radical?La Convención.1792-1795 

Convención Nacional :dado que el rey había sido depuesto, asumió todos los poderes del Estado, que se convertía así en una República. Como esta vez se había permitido  el  voto  de  las  clases populares, los  nuevos  diputados  eran  bastante  más radicales que los de la anterior Asamblea Nacional. Los tres grupos más numerosos en la Convención eran:
  • Los  girondinos  habían  obtenido  la  mayoría  en  las  elecciones  y  fueron  el  sector moderado  de la  Convención.  Representaban  a  la  burguesía  más  acomodada (comerciantes, banqueros,...)   y querían   que   la   Revolución   se   estabilizara organizando un sistema de gobierno republicano (sin rey) pero que mantuviera a raya las aspiraciones de las clases populares. 
  • El segundo grupo más numeroso en la Convención lo formaban los jacobinos, con su  jefe Robespierre  como  diputado  estrella.  Sus  diputados  pertenecían  a  la pequeña burguesía (artesanos, abogados, empleados...) y no miraban con buenos ojos  las  medidas  que proponían los girondinos.  Para  conseguir  sus  objetivos,  el grupo  de  los  jacobinos  se  acercó  a  los sectores  populares  más  radicales  (los sans-culottes). 
  • Un  gran  número  de  diputados  de  la  Convención  no  estaba  claramente  en ninguno  de los dos grupos  mejor  organizados.  Según  las  circunstancias  podían apoyar las propuestas de los girondinos o de los jacobinos. Se les conocía como el grupo de la llanura. En un primer momento, hasta junio de 1793, los girondinos tuvieron el control de la Convención. Pese a ser moderados, eso no evitó la condena a muerte de Luis XVI y de su mujer María Antonieta, tras un proceso y una votación muy disputada. Esta ejecución supuso que los principales reinos de Europa formaran una coalición y declararan la guerra a la República de Francia. Si la situación no estaba lo bastante mal, ahora  además  Francia  tenía  que  defenderse  del  ataque  conjunto de  Inglaterra, Austria, Prusia y España.  Ante la invasión extranjera, el nuevo gobierno decretó una leva forzosa de 300.000 hombres  para  defender  a  la  Nación  y,  contra  todo pronóstico, este  ejército  popular consiguió derrotar a las tropas extranjeras en varias batallas. En este momento el papel de los militares como defensores de la Revolución empieza a ser importante, y sus  hazañas  los  convierten  en  héroes  populares. Napoleón  Bonaparte,  por ejemplo, comenzó en esta época a destacar por sus victorias. Las medidas adoptadas por laConvención girondina,  que  beneficiaban  a  la  burguesía  más  rica,  no consiguieron mejorar la situación económica del pueblo más humilde, que empezó a soliviantarse y alborotarse.  Pronto empezaron  a  oírse  acusaciones  de  traición  contra  el  nuevo  gobierno, que se resistía a adoptar medidas que aliviaran la penosa situación económica de las clases bajas. Ante la gravedad de la situación, los jacobinos, con el apoyo de los sans culottes de París,  dieron  un golpe de  estado,  acusaron  a  los  jefes  girondinos  de  traidores  y especuladores en contra del pueblo y tomaron el poder. Con los jacobinos en el poder, el control del Estado quedó en manos de su jefe, Robespierre, que se apoyó en un denominado Tribunal Revolucionario  y un Comité de  Salud Pública  como  órganos  de  gobierno.  Muchos  diputados  girondinos fueron juzgados y condenados a muerte, acusados de traición a la Revolución, y se entró en una fase radical que se conoce como “el Terror”. El nuevo gobierno jacobino, con el apoyo del  pueblo parisino,  eliminó  físicamente  en  la guillotina no  sólo  a  muchos  nobles  y eclesiásticos, sino  también  a  bastantes  burgueses enriquecidos en  los  que  el  pueblo volcó su odio. Los jacobinos, oyendo las peticiones populares, adoptaron medidas a favor de una mayor igualdad económica  y prepararon una nueva Constitución que no llegó a entrar en vigor, y que era muy favorable a las demandas del pueblo más humilde. Mucha gente comenzó a hartarse de los abusos y de la tiranía de los jacobinos y de Robespierre, y en julio de 1794, un nuevo golpe de estado protagonizado por los diputados centristas  (la  Llanura)  y apoyado  por  el  ejército, acabó  con  la  tiranía  de Robespierre, que fue detenido, juzgado y condenado a muerte junto a sus principales colaboradores.  El período  más  exaltado  de  la revolución  acabó  y  los diputados moderados  trataron  de controlar  al  pueblo  y  establecer  un nuevo  sistema  de gobierno. Pronto  se  vio  que  era necesario  convocar  nuevas  elecciones,  esta vez  votando sólo los burgueses más acomodados, y reorganizar la situación. En 1795, tras siete años de Revolución, convulsiones y sangre, y en medio de una guerra contra todos los países vecinos, parecía que había que comenzar de nuevo.  
 ¿Conseguiría  la  burguesía  moderada  controlar  la  situación?  El directorio. 1795-1799. Etapa final 

  • Napoleón Bonaparte empezó a destacar en Francia por sus victorias militares contra los enemigos de la República. Superada la fase radical de la Revolución, los diputados más moderados  intentaron organizar  una  nueva  forma  de gobierno  que  asegurara  los principios liberales burgueses y diera marcha atrás al intento de los jacobinos de crear una sociedad igualitaria y controlada por el Estado.
  • En 1795 se aprobó una nueva Constitución (la tercera que se intentaba desde el inicio de la Revolución) cuyos aspectos más importantes eran:

  • En el terreno internacional, el gobierno del Directorio mantuvo la guerra contra las monarquías de Europa, consiguiendo sus  generales derrotar a España y Prusia, que  firmaron  su rendición. Ahora sólo  Inglaterra  y  el  emperador  austriaco quedaban  en  lucha  contra Francia.  En estas  campañas militares  del  Directorio  se produjo  el  ascenso  del  joven general  Napoleón Bonaparte,  que  se convirtió  en  un héroe popular gracias a sus victorias contra los enemigos de la República de Francia. 
  • En cuanto a la situación interna de Francia, el gobierno del Directorio no consiguió calmar  la situación.  Los  sectores  contrarrevolucionarios,  que  deseaban  la  vuelta  al Antiguo Régimen,  se reorganizaron  y  prepararon  una  rebelión,  que  fue  derrotada por el general Napoleón, que una vez más aparecía como el salvador de la Revolución. 
  • Los sectores populares, partidarios de los jacobinos  y de las medidas igualitarias que  se  habían tomado  en  la  época  de  la  Convención,  también  conspiraban,  y  el gobierno tuvo que usar la mano dura y la represión para acabar con sus aspiraciones. El  caso  es  que  en 1799  la  situación de  Francia  no  conseguía  estabilizarse. Dentro y fuera del país los enemigos de la Revolución se organizaban para atacar con más fuerza a la Francia revolucionaria. Algunos miembros del Directorio consideraron que  la  situación  era  peligrosa y  había  que  tomar  medidas  drásticas  para  salvar  la Revolución. Convencieron a Napoleón Bonaparte, el militar de moda aclamado por el pueblo, para que diera  un golpe de Estado y asumiera el poder  en  Francia hasta que pasara el peligro. La Revolución  no  había  muerto, pero  su  destino  quedaba  en  manos  de  los militares, y más concretamente en manos de Napoleón Bonaparte. 
Consecuencias de la Revolución:
  • Desaparición del Antiguo Régimen
  • Aparecen las Monarquías constitucionales
  • Nace la Soberanía nacional
  • Las ideas revolucionarias se extienden por iberoamérica
  • La burguesía toma el poder político
  • Surgen los nacionalismos y liberalismos en Europa
  • Surge el capitalismo
 Napoleón extiende la Revolución por Europa. 1789-1815
¿Cómo  llegó  Napoleón  al  poder  en  Francia?

  • El gobierno del Directorio era visto por gran  parte  del  pueblo como un gobierno  sólo de los  burgueses  más  ricos,  y  había conspiraciones contra él por parte de elementos revolucionarios radicales (ya sabes, los que habían apoyado a los jacobinos) y también por parte de los viejos defensores del Antiguo Régimen, que querían volver a una monarquía absolutista. 
  • A la crisis interna había que sumar que Francia estaba en guerra contra media Europa
  • Napoleón Bonaparte, con el consejo de algunos políticos decide dar  un  golpe  de  estado. Entra con sus  tropas  en  la  sala  de  la  asamblea,  la  declara disuelta, entre aplausos de unos y abucheos de otros, y asume el poder en Francia ante el clamor y el apoyo del pueblo, que consideraba que venía para recuperar y defender los verdaderos valores de la Revolución. De 1799  a  1815  Napoleón gobernó Francia  cambiando varias  veces  de  sistema  político  y  de título.  A  la  larga,  el gobierno de  Napoleón supuso  la  creación  de  un  nuevo modelo  de Estado,  que  mantenía  los principales avances sociales de la Revolución, pero acabó basándose en el poder casi absoluto de una persona.  
  • Entre 1799 y 1802, Napoleón asumió el gobierno de Francia con  el  título  de  Cónsul,  el  mismo que habían  usado  los gobernantes de la vieja Roma, como Julio César. La elección de este título, como te puedes imaginar, no fue casual. En sus primeros años de Consulado, Napoleón compartía el poder con otros  dos  cónsules,  y  los  cargos  se consideraban electivos y temporales. 
  • Napoleón  se proclamó Emperador  de  la  República de  Francia.  Cada  uno  de estos cambios fue apoyado mayoritariamente por el pueblo francés, ya que se   convocaron   votaciones   para  aprobarlos   y   siempre ganó   la propuesta de Napoleón. 
 Un hombre de estado. El gobierno de Francia bajo Napoleón. 
¿Qué consigue Napoleón?: Lo  primero  que  hay  que  destacar  de  la  obra  de  Napoleón  es  que  durante  su gobierno consiguió algo  que  hacía  muchos  años  que  se  echaba  en  falta en  Francia: estabilidad  y orden.
¿Quién apoyó a Napoleón?:   contó  con  el  apoyo  de  amplios sectores sociales, desde el pueblo más humilde, que admiraba su figura y confiaba en él, hasta la alta burguesía de los negocios, que lo necesitaba para poner orden en Francia y poder desarrollar sus actividades. 
¿Qué consiguió Napoleón?:
  • Napoleón  afianzó  los  principios  fundamentales  de  la Revolución Francesa : la igualdad entre los hombres, la defensa de la propiedad privada y la libertad económica, la libertad religiosa... 
  • Reorganizó totalmente  la  administración pública  y  aumentó  considerablemente  el número de funcionarios. 
  • La unificación legal. En el Antiguo Régimen cada región, a veces cada ciudad, tenía leyes y costumbres  propias. No  existían códigos  legales  unificados  para  todo  el país. 
  • Notable mejora de las infraestructuras     caminos,   puentes,   puertos,   etc. 
  • Poner  paz  entre  la  Revolución  y  la  Iglesia Católica, al firmar un tratado con el Papa por el que la Iglesia renunciaba a reclamar las tierras y bienes que la Revolución le había confiscado en Francia.
  • También renunciaba a volver a imponer el catolicismo como religión oficial del Estado. A cambio, el gobierno de  Francia  reconocía  que  la  Iglesia  católica  debía recibir  un  trato especial,  por  ser  la mayoritaria en el país, y se hacía cargo del pago de un salario a los sacerdotes.  
  • La creación  de un sistema  público,  gratuito  y  laico  de  enseñanza,  tratando  de  que  la educación  y  la formación permitieran  llegar  a  los  puestos  más  altos  del  Estado  a  las personas mejor preparadas, independientemente de sus medios económicos. 
 Un militar brillante. Napoleón contra Europa. 
Napoleón  se  enfrentó  de  manera  permanente  a  las  principales  monarquías absolutistas  de  Europa  (Austria,  Prusia,  España,  Rusia,  Dinamarca...)  que  junto  a Inglaterra   organizaron   coaliciones   para   intentar   unirse   y   derrotarlo.   Consiguió derrotarlas en numerosas batallas, y obligar a sus reyes a firmar tratados de paz que, sin embargo, duraban poco. Al menor signo de debilidad en Francia, sus enemigos rompían los tratados y volvían a atacar a Napoleón. 
En  su  momento  de  mayor  esplendor,  Napoleón  consiguió  tener  prácticamente toda  Europa bajo su  control.  En  algunos  casos  incorporó  al  Estado  francés territorios  conquistados  a  los  reyes vecinos.  Cataluña,  Saboya,  el  Norte  de  Italia  y Holanda,  por  ejemplo,  se  convirtieron  en provincias  de  Francia.  También  impuso cambios de gobierno en algunos países ocupados por sus tropas, como en España, donde  situó  como  rey  a  su  hermano  José  para  tratar  de  imponer  un sistema  político basado en las ideas revolucionarias. 
Finalmente, reorganizó el mapa de Europa creando dos nuevos estados: 
  • La Confederación del Rhin, que agrupaba a la mayor parte de los territorios del antiguo Imperio Germánico bajo un gobierno de ideas liberales. 
  • El  reino  de  Italia,  que  unificaba  gran  parte  de  los  territorios  independientes italianos bajo el mandato de Napoleón. Sólo escaparon al control de Napoleón Inglaterra, protegida por el mar y por su superioridad naval frente a Francia, y Rusia, demasiado alejada y grande como para que Napoleón pudiera  dominarla,  aunque  veremos  que  lo  intentó.  Napoleón  basó  su dominio  de  Europa  en la  superioridad  táctica  del  ejército  francés  y  en  su  buena estrategia militar, que le permitió obtener numerosas victorias en batallas en las que se enfrentaba a tropas muy superiores en número. Además, contó con la simpatía de los sectores ilustrados de los territorios que conquistó, que veían el triunfo de Napoleón como una oportunidad de acabar con el Antiguo Régimen en sus respectivos países. 
La caída de Napoleón. 
La derrota de Napoleón se debió en gran parte a que Inglaterra, que dominaba los mares,  nunca  pudo  ser  sometida  por  Francia  y  se  mantuvo  en  guerra  permanente. Precisamente fue el intento de Napoleón de asegurarse el control de toda Europa para dejar aislada a Inglaterra lo que provocó que interviniera en demasiados frentes, desde España hasta Rusia, siendo imposible salir victorioso de todos ellos. 
Las  dificultades  militares  para  Napoleón  comenzaron  en  España,  país  en  el  que había impuesto a su hermano José Bonaparte como monarca constitucional. El pueblo español  se  negó  a  aceptar esta  imposición  y  se  inició  una  guerra  de  guerrillas,  que supuso para  Francia una sangría continua de hombres  y recursos. Además, en España desembarcaron  tropas  inglesas  que  ayudaron  a  los  españoles a  derrotar  a  los ejércitos de Napoleón. 
Al  tiempo  que  la  situación  en  España  empeoraba,  Napoleón  se  embarcó  en  la locura de invadir Rusia para obtener su rendición y conseguir que no comerciara con Inglaterra.  Aunque  llegó hasta  Moscú,  tuvo  que  iniciar  una  retirada  en  pleno invierno  que  acabó  con  enormes  bajas. Se  estima  que  en  la  campaña  de  Rusia murieron 570.000 soldados franceses, y más por frío y falta de material adecuado que por el enemigo. 
Las  dificultades  y  bajas  en  España  y  Rusia  fueron  aprovechadas  por  el  resto  de países, que se unieron para volver a declarar la guerra a Napoleón. Finalmente no pudo  hacer  frente  a  tantos  enemigos y  fue  derrotado  en  la  batalla  de  Leipzig (Alemania) en 1813. 
El 11 de abril de 1814 Napoleón firmó su rendición y su renuncia al gobierno de  Francia,  tras  lo  cual  fue desterrado  a  la  isla  de  Elba,  en  el  Mediterráneo.  Las potencias  aliadas  que  habían  derrotado  a Napoleón  pusieron  en  el  trono  de  Francia  a Luis XVIII, hermano del asesinado Luis XVI. 
Sin  embargo,  Napoleón  consiguió  escapar  de  Elba  y  recuperar  el  poder  por  un breve plazo de tiempo, que se conoce como el Imperio de los Cien días. Volvió a reunir un  potente  ejército,  pero  tuvo  que  enfrentarse  en  la  batalla  de  Waterloo  (1815)  a  una coalición de tropas que doblaban en número a las suyas y fue derrotado definitivamente. Tras esta nueva derrota, Napoleón fue desterrado por los ingleses a la lejana isla de Santa Elena, en el Atlántico, donde murió en 1821 a la edad de 51 años. El sueño de una Europa  unificada  en  los  principios  revolucionarios  bajo  el mandato  de  Francia  había acabado.  Los defensores  del  Antiguo  Régimen,  momentáneamente, volvían  a  tener  el control de la situación.
El imperio de Napoleón:


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